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¿Cómo usar fuentes y tipos de letra de forma profesional?

  • Foto del escritor: Daniel Ramírez
    Daniel Ramírez
  • 25 sept
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 27 sept

Cuando hacemos un documento, una presentación o incluso un correo, es muy tentador jugar con muchos colores y tipografías. Al final, lo que buscamos es que se vea llamativo. Pero ojo: demasiada variedad puede restar profesionalismo y hacer más difícil la lectura.


No es lo mismo preparar un anuncio de marketing, donde la creatividad visual es clave, que redactar un correo formal o un informe. Por eso, elegir bien las fuentes, los colores y cómo usarlos marcará la diferencia entre un documento ordenado y profesional, y uno que se vea poco serio.


Tipografías o fuentes más comunes


Serif


Hace referencia aquellas que contienen serifas (los pequeños trazos en los extremos de las letras) y transmiten formalidad y tradición al redactar algún documento. Si bien, parecen aburridas y comunes, son ideales para textos largos en documentos impresos, tesis, libros o reportes. Algunos buenos ejemplos son:


  • Times New Roman: clásica, aunque un poco sobreutilizada.

  • Garamond: elegante y estilizada, muy agradable a la vista.

  • Georgia: seria, moderna y muy legible en pantalla.

  • Merriweather: una excelente opción para blogs y presentaciones formales.


Sans Serif


Las fuentes sin serifas transmiten profesionalismo y un aire contemporáneo y son perfectas para CV, presentaciones, páginas web y reportes ejecutivos. Algunos ejemplos recomendados son:


  • Helvetica: muy usada en branding corporativo.

  • Arial: sobria, aunque bastante común.

  • Calibri: estándar en documentos de oficina, muy legible en digital.

  • Lato: limpia, moderna y versátil.

  • Montserrat: ideal para títulos y encabezados en digital.


Un buen truco es combinar una tipografía Serif para los títulos y una Sans Serif para el cuerpo de texto. Eso sí, nunca uses más de dos tipografías en un mismo documento o presentación.



Ahora veamos algunas formas de resaltar información:


Negrita, cursiva y subrayado


  • La negrita es tu mejor aliada para destacar títulos, subtítulos o ideas clave ya que no altera mucho la estética del documento.

  • La cursiva funciona bien para citas textuales o palabras en otro idioma, es menos común como forma de resaltar ideas, pero bien usada, puede funcionar.

  • El subrayado puede incomodar la lectura y verse agresivo. así que úsalo con moderación.


Uso de mayúsculas


Las mayúsculas son útiles para títulos, etiquetas o palabras clave. Sin embargo, puede que en tu centro de trabajo prefieran evitarlas ya que en correos puede interpretarse como que estás gritando así que úsalas con prudencia y no abuses de ellas como método de resaltado.


Resaltar con color


El color puede ser muy eficaz para guiar la atención del lector, pero si lo usas demasiado, tu documento puede verse caótico o infantil. Lo recomendable es elegir uno o dos colores complementarios a la fuente principal y mantener la coherencia en todo el texto.


Mezclar tamaños de fuente


El tamaño puede ayudarte a jerarquizar información, pero evita mezclar demasiados tamaños en un mismo texto. Lo ideal es definir una escala clara:


  • Títulos principales (un tamaño mayor, 16 por ejemplo)

  • Subtítulos (un intermedio, 14 funciona bien)

  • Texto base (el estándar, de 10-12)


Con eso basta para mantener orden y profesionalismo.


Conclusión


Un documento profesional no depende de la cantidad de adornos que le pongas, sino de la claridad y coherencia visual. Menos es más: usa máximo dos tipografías, resalta solo lo necesario y mantén un estilo uniforme en colores y tamaños.

Así lograrás que tus textos no solo se vean bien, sino que también transmitan seriedad y confianza.

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